La enseñanza tradicional aupaba al profesor en un pedestal. Él profesor no estaba a la altura de los alumnos, estaba a un nivel superior. Estaba en una posición en la que todos pueden mirarlo y escuchar atentamente sus enseñanzas. Mientras tanto, los alumnos entre sí se miran el cogote. Las intervenciones son profesor-alumno, alumno-profesor. Entre alumnos no interesaba, en principio, lo que se pudieran decir.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=BPME2GHBe9s[/youtube]
Una sociedad libre debe producir personas libres. Es decir, personas con capacidad de elección y de discernimiento; de comprender lo que les pasa y de ser capaces de cambiar su situación si así lo deciden. Para que esto sea posible, es necesario que las personas tengan garantizado el acceso al conocimiento, y sepan además manejar de forma crítica la información que recibe.