¿No estáis notando que algo está cambiando? La forma en que nos relacionamos está transformándose de forma acelerada. Las redes humanas, las relaciones interpersonales, están sufriendo una importantísima modificación que está cambiando nuestra vida cotidiana en cuanto a cómo nos conectamos. Las redes humanas se estructuran de manera compleja, desempeñando un papel vital que afecta al conjunto de la sociedad humana. Podemos decir que, con cada paso que andamos nos alejamos del “yo” como individuo, al “yo” como integrante de una red humana, creando y creciendo en número y complejidad los vínculos entre la red que integramos y ésta con otras redes a una velocidad pasmosa. Así las personas estamos conectadas por inmensas redes humanas.
Esta revolución en las redes humanas nace junto con la proliferación de nuevas vías de información y de comunicación, gracias a la Web y a su “producto estrella” las Redes Sociales o las Redes Generadoras de Redes Sociales y los demás Entornos Digitales haciendo que las fronteras del mundo se hayan desvanecido. Para entender esto es vital el no olvidar que detrás de un dispositivo conectado a la Internet hay una persona, un ser humano. Todo esto, ha dado pie a que estas redes humanas – convertidas ahora en “superorganismos” – nos ayuden a poder trascender de nosotros mismos y sobre pasar a nuestras limitaciones.
Para que lo entendamos mejor, podemos explicarlo con la siguiente metáfora: Nuestro cerebro hace cosas y funciona con una precisión asombrosa. Imaginemos que tuviera una sola neurona ¿Daría el mismo rendimiento? Sería imposible. De la misma forma estas redes nos ayudan a hacer cosas que nosotros mismos seríamos incapaces, en caso alguno, de poder hacer.
Ahora somos capaces de conseguir juntos lo que no éramos capaces de conseguir de manera individual. Uno de los casos más fascinantes al respecto es el de la “innovación abierta”. Hemos pasado de una, supuesta, creatividad individual, para pasar a una grupal y llegar, finalmente, a la actual: la creatividad social. El hombre es un ser social y, ahora lo es más, si cabe, gracias a la “hiper – conexión” que nos proporciona la tecnología, dotando a estos “superorganismos” de una conciencia colectiva.
Esta conciencia colectiva ha cuajado dando frutos, dentro de la innovación abierta, en realidades tan importantes e imprescindibles como el de la CoCreación: un nuevo y apasionante mundo por descubrir, infinitamente divertido y garante de nuevas, necesarias y a la vez maravillosas posibilidades, solo hemos de aprender las reglas del juego para empezar a disfrutar CoCreando.
¿Te sumas al cambio?
Si quieres saber más, te invitamos a participar en nuestro curso de formación online:
COCREACIÓN E INTELIGENCIA COLECTIVA
alicia Zuliani says
Un abre cabezas fascinante y visto desde una perspectiva distinta a la que estamos acostumbrados.