
La BDW 2015 celebraba este año su 10º aniversario. Para la ocasión prepararon un programa completo de 7 días en el que Diseño Social pudo participar dentro uno de sus eventos destacados: Design is Future, un ‘congresstival’. Es decir, un evento que reúne lo mejor de un congreso y un festival de diseño, con la participación de 10 delegados de diversos World Design Weeks y todo ello en el Disseny Hub.
‘Design is Future’ nació con el objetivo de potenciar el valor económico y social del diseño y de crear un espacio de encuentro, intercambio de conocimiento y debate para empresas, entidades y profesionales de ámbito nacional e internacional. Y Diseño Social pudo aportar su particular visión a través de su CEO María Hidalgo junto a Matthew Cohen (del MCDC Matthew Cohen Design Collective, NY) y Mariano Alesandro 8Head of Future Thinking & Technology de Index).

Os dejamos los principales puntos tratados durante las conferencias:
1. El diseño social está basado en la creación de soluciones. No en la creación de nuevas necesidades de consumo.
Diseñar para crear una solución a una necesidad, no diseñar para crear una nueva necesidad. Se suele relacionar con “sociedad de consumo” a la adquisición de bienes materiales sin valor significante, consumidores poco concienciados, y uso irresponsable de los recursos naturales.
El diseño social está basado en la creación de nuevas plataformas de comunicación, interacción, intercambio y desarrollo, que huyen de la simple protesta para buscar soluciones a través del diseño.
Sus intervenciones quieren fomentar el debate social, el planteamiento de problemas y a su vez dotar de nuevos espacios y herramientas para la participación y empoderamiento ciudadano.
Insistimos en gastar nuestros esfuerzos por exigir o suplicar, a aquellos que no desean cambiar el sistema, que lo hagan. La pregunta es ¿por qué no cambiarlo nosotros?.
2. El diseño social no es asistencialista. Su misión no es ofrecer soluciones de diseño «low cost» para aquellos que no puede «financiar» otro tipo de diseño.
La gran mayoría de productos responden al modelo de consumo capitalista, constante generador y abastecedor de “necesidades” de consumo. El principal fin de la producción de objetos es hacer crecer el capital de la industria y las marcas sobre todas las cosas, sin importar si se atenta contra el medio ambiente, si se explota a los trabajadores, si se desplaza a pequeños productores y a la economía local, y sin importar, incluso, la calidad de los mismos productos. No lo tienen en cuenta los productores pero tampoco, y en esto tenemos gran parte de la culpa, lo tenemos en cuenta los compradores.
Cada uno de nosotros debe ganar su batalla y empezar a vivir una vida más coherente a sus ideales y su ética. Lo que hacemos cada día marca la diferencia. Aquello que compramos y lo que no, cómo tratamos a los demás, qué conversaciones tenemos o qué comentarios consentimos en nuestra presencia, qué ropa vestimos o incluso qué comemos.
Os invitamos a dejarnos buenos ejemplos sobre «diseño social» en los comentarios de este post.
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