A veces creemos que para cambiar el mundo es necesario crear un proyecto tan grande que no podemos realizarlo. Vemos la gran escalera ante nosotros, retándonos, y decimos: imposible. Pero si prestamos atención, cada escalera se compone de pequeños escalones a los que sí podemos hacer frente. Cada camino se compone de pasos que debemos, podemos y sabemos dar. Muchas veces, al plantear nuestros proyectos para el curso vemos la escalera a la que queremos enfrentarnos pero olvidamos esos pequeños escalones que la componen. Tan sólo hay una cosa que nos podría impedir subir cada uno de esos escalones: el miedo.
Muchos de vosotros también nos habéis comentados vuestro temor por no ser capaces de crear un proyecto interesante o de vuestra capacidad para poder llevarlo a cabo. Los motivos y escusas que nos planteáis son muy variados. Pero siempre os alentamos a reflexionar sobre vuestras palabras porque sabemos que si estáis aquí, si estáis haciendo este curso, vuestras ganas de hacer algo distinto y colaborar con el cambio social son tan fuertes cómo lo es un elefante. Sólo que somos elefantes, a los que un día nos enseñaron que no se pueden cambiar las cosas.
Información ampliada para los alumnos del curso 0901 COMUNICACIÓN Y DISEÑO SOCIAL 1.5 EL VALOR DE LAS PEQUEÑAS COSAS
[…] Los escalones del cambio social […]
[…] Volvemos a encontrarnos con esta corriente de la historia, y la gran corriente de la historia debe perseguirse por cada uno. Y esta corriente nos conduce a más justicia y libertad; pero no a la libertad incontrolada de la […]
[…] tenemos el conocimiento y las herramientas. Sólo queda el valor de poner en práctica lo aprendido. El valor de actuar en lugar de reaccionar ante los nuevos cambios sociales. Cambiar […]
[…] tiempo actuando como si no fuera posible el cambio, que ahora que es posible, muchos de nosotros aún tenemos dudas. Pero ha llegado y crece a cada paso: economía de la colaboración.” Leer […]
Para mí la historia muestra que somos emociones y que TODOS necesitamos afecto.
No conozco otros ejemplos de proyectos, pero sí la experiencia personal de que una sonrisa es contagiosa y que es la mejor herramienta para cualquier adversidad y, que al igual que un abrazo, es gratis (y viene de serie)