La paradoja de tolerancia fue descrita por el filósofo austríaco Karl Popper en 1945. Es una paradoja enmarcada dentro de la teoría de la decisión. La paradoja declara que si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes. Popper concluyó que, aunque parece paradójico, para mantener una sociedad tolerante, la sociedad tiene que ser intolerante con la intolerancia. Estoy totalmente de acuerdo.
Hoy os volvemos a aportar un punto de visa más sobre importantes e inquietantes fenómenos que se están sucediendo en la actualidad internacional desde la comunicación y el diseño social. Muchos de nosotros hemos visto aterrorizados las imágenes de los niños y niñas separados de sus padres en los centros de detención de migrantes en Texas o por las desoladoras imágenes de las personas migrantes que huyen del horror en sus países y se juegan la vida en el Mediterráneo. Puede parecer que cualquier ciudadano defensor de los derechos humanos esenciales como ética pública y como moral personal, por coherencia ideológica y emocional, estaría en favor de actos de solidaridad y justicia social para estas personas. Pero no.
Lo realmente sorprendente estos días no son las noticias en sí, sino el timeline de las redes sociales de muchos de nuestros amigos y familiares justificando las medidas ejercidas por los políticos (cierre de puertos y fronteras o encarcelamiento de ciudadanos y niños inocentes).
Hoy no se trata de juzgar estas opiniones. Ni de criticarlas. Ni de eliminar de nuestros contactos a quienes no piensen como nosotros. TODO LO CONTRARIO. Intentemos entender por qué nosotros no pensamos igual que ellos y por qué ellos no piensan piensan como nosotros. Sin dejarnos llevar por sesgos cognitivos como el del exogrupo o el efecto Dunning-Kruger. Se trata de aportar debate, ciencia, psicología, filosofía e incluso poesía a todos estos sentimientos que nos hacen temer que el bienestar de otro ser humano puede hacer daño a nosotros mismos o a nuestros seres queridos.
Sólo desde la comprensión del otro podemos iniciar el diálogo para poder aportarles nuestra visión y encontrar un camino lleno de valores de convivencia y bien común. Para ello, os plantearemos la perversión de los marcos conceptuales en los que se establecen, en redes sociales y medios de comunicación, los dilemas éticos sobre las migraciones.[/vc_cta][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/1″][vc_single_image image=”18783″ img_size=”full” alignment=”center” onclick=”custom_link” link=”http://pictoline.com/”][/vc_column_inner][/vc_row_inner]
[ish_quote author=”Malcolm X”]
“Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación,
os harán amar al opresor y odiar al oprimido“.
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Resonancia límbica y empatía
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Justo cuando estaba inmersa en el primer capítulo del libro que estamos editando sobre Sense8, la noticia de que España se ofrece a acoger al barco Aquarius en Valencia por razones humanitarias ha llenado mi timeline de redes sociales de mensajes del tipo:
—“Acógelos en tu casa”.
—”Primero los de aquí”.
—”Yo jamás recibí una ayuda”.
…y muchos más.
No son los más originales, pero os podéis hacer una idea de qué estoy hablando porque seguramente tu timeline, alimentada por la prensa nacional, también se haya llenado de este tipo de noticias. Quienes me conocéis sabréis que, aunque estoy en contra de la ayuda asistencialista, en situaciones de crisis es esencial brindar esta ayuda. Sin excusas. Pero mi opinión no es importante, lo relevante es que a pesar de mi opinión (que el algoritmo de Facebook ya debe conocer), que mi timeline se haya llenado de este tipo de mensajes supone que personas muy afines a mis ideas (desgraciadamente y como ya explicamos en este post), en este caso concreto tienen serias dudas “éticas” y “morales” sobre lo sucedido.
Ya se ha escrito mucho y muy bien sobre todo lo sucedido (sobre los conceptos de aporofobia, exogrupo, racismo, xenofobia…), pero queremos aprovechar el momento para plantear este mismo debate desde los marcos conceptuales que pervierten el debate y todo lo que hemos aprendido sobre dilemas morales escribiendo el libro Amor Vincit Omnia.
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MANIPULACIÓN MEDIÁTICA · Primera gran observación:
Cuidado con las redes sociales y las noticias que aparecen en ellas (manipulan los medios masivos, pero también las fakes news sin fuentes que circulan por ellas). Walter Lippmann expone que los medios informativos determinan los mapas cognitivos que nos hacemos del mundo, o lo que es lo mismo, construyen nuestras imágenes de la realidad social, y explica también que la opinión pública no responde al entorno, sino al pseudo-entorno construido por estos.
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ALGORITMO DE CONVERGENCIA · Segunda gran observación:
El algoritmo que gestiona tanto Google como tus redes sociales selecciona para ti las noticias más afines a tu ideología, es decir, no todo el mundo piensa como tú, pero internet te hace creer que tu opinión es la mayoritaria o más aceptada (echa un vistazo a la imagen de Pictoline que adjuntamos).
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PERVERSIÓN RETÓRICA · Tercera gran observación:
Incluso los derechos humanos pueden ser debatidos por aquellas personas que siempre los han defendido si les muestran debates en marcos conceptuales donde entran en juego dilemas morales que redirigen la opinión pública hacia un sentido u otro.
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El dilema moral del Aquarius vs. el tranvía
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Os contamos en qué consiste:
Estos debates nos recuerdan a uno de los que estamos tratando para el libro que estamos creando sobre Sense8 llamado el dilema del tranvía. Es un dilema muy sencillo basado en esta situación hipotética:
SITUACIÓN A
Hay un tren que se acerca a gran velocidad y fuera de control. A cien metros de esa misma vía se encuentran cinco personas atadas por un asesino en serie y sin posibilidad de escapar. Pero tú estás ahí, contemplando la escena un lado de la vía. No te da tiempo a desatarlos, pero tienes la posibilidad de accionar una palanca que cambia la dirección del tren a una vía paralela. Si la accionas, cambias el tren de vía y salvas a los 5 atados; pero el problema es que en esa otra vía hay una persona que moriría atropellada por este tren. El dilema parece sencillo: la muerte de cinco personas frente a la muerte de una persona. Casi todo el mundo apuesta por pulsar esa palanca.
SITUACIÓN B
Sin embargo, después plantean una variante en la que estás sobre un puente contemplando la escena junto a un hombre muy muy gordo. Si lanzas a este hombre a las vías salvarías, el tren descarrilaría y salvarías la vida de esas cinco personas. Aunque el resultado es el mismo, una vida por salvar a cinco, en esta ocasión la mayor parte de la gente entrevistada no lanzaría a esa persona a las vías.
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¿Qué harías en el caso A?
¿Salvarías a cinco personas si eso implicase matar a una?
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¿Qué harías en el caso B?
¿Matarías a una persona si eso implicase salvar cinco vidas?
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Estamos ante un experimento mental que inició e ideó la filósofa británica Philippa Foot y fue adaptado posteriormente por Judith Jarvis Thomson en 1985. La corriente de estudio que dice que la moral surge de rasgos internos de la persona, las virtudes, en contraposición a la posición de aquellos que dicen que la moral surge de reglas o que depende del resultado del acto. Foot fue especialmente crítica con el consecuencialismo, es decir, que dice que el fin justifica los medios, que cuando un objetivo final es lo suficientemente importante, cualquier medio para lograrlo es válido. Philippa entonces ideó el dilema del tren, una fórmula en la que planteaba la discusión, ¿de verdad puede justificarse matar a una persona para salvar a otras?
Y llevándolo a una visión más amplia: ¿puede justificarse el sufrimiento y esclavitud al que sometemos a otros ciudadanos en distintos países para salvar nuestro estilo de vida? ¿Hay diferencia entre causar un mal y no evitar que ocurra?
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Doctrina del doble efecto
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¿Qué opinaría sobre este dilema moral Santo Tomás de Aquino? Él defendía la doctrina del doble efecto y daba importancia a la intención. Es decir, sería ético el escenario A porque la acción de pulsar la palanca es positiva, aunque tenga consecuencias negativas (daños colaterales); mientras que el escenario B no es ético porque la acción de arrojar al hombre es negativa, aunque tenga consecuencias positivas.
Esta doctrina se aplica hoy en día en muchas de las leyes que depende de la ética. Por ejemplo, en determinadas circunstancias un médico puede administrar medicación para reducir el dolor a una persona que está muriendo, a pesar de que esta medicación pueda acelerar su muerte. Pero lo que no puede hacer es inyectarle morfina con el objetivo de matarle.
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MORAL PERSONAL VS. ÉTICA COLETIVA (**)
Y el dilema puede complicarse aún más si nos plantean si cambiaríamos la respuesta si esa persona es un ser querido. Es decir, si mover la palanca implica entre matar a un ser querido o salvar a cinco desconocidos (o 15, o 50, o a 500), la mayoría contestamos que salvaríamos a nuestro ser querido. Nuestra moral personal (referente a lo individual) seguramente no nos permitiría tomar una justa decisión ética (referente a lo colectivo). Por tanto, a medida que entendemos, reconocemos y nos vinculamos a “los otros”, mejores decisiones éticas podemos llegar a tomar.
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(*) La moral es un conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que dirigen o guían la conducta. La moral nos permite distinguir qué acciones son correctas (buenas) y cuáles son incorrectas (malas).
(**) La ética es la rama de la filosofía que estudia lo correcto o equivocado del comportamiento humano. Incluye la moral individual, pero también la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Esto implica, por ejemplo, que no es ético el concepto de “paz” si simplemente entendemos como tal “la ausencia de guerra”. La paz, desde un punto de vista ético, para que pueda darse en una comunidad o país, debe incluir, además, el bienestar y felicidad de los ciudadanos que viven en ella.
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Cómo aplicar el dilema moral a la situación del Aquarius
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¿Salvar o no salvar a esas 629 personas a la deriva? Puede que la pregunta sea sencilla, pero depende siempre de en qué marco conceptual nos la planteen los medios de comunicación o los debates públicos. Es decir, la mayoría de respuestas sería es muy diferente si nos plantean cualquiera de estas dos opciones:
1. Salvar a 629 inocentes que huyen de una situación de condiciones infrahumanas en sus países de origen.
2. ¿Salvarías a esos 629 inocentes SI ESO IMPLICASE…
a)…un perjuicio a las personas en exclusión social de nuestro propio país?
b)…crear una situación de avalancha masiva de inmigrantes a nuestras costas?
c)…que tú tuvieras que ayudarlos en tu propia casa y con tus propios ingresos?
d)…hacer recortes en las dietas a políticos y cargos públicos con sueldos superiores a 3000€/mes?
e)…hacer recortes a las ayudas públicas a las autopistas privadas, banca, explotaciones petroleras…?
f)…hacer recortes en fiestas públicas como el desfile de fuerzas armadas, festejos taurinos, alumbrado de navidad…?
¿Tus respuestas serían diferentes ante la pregunta 1, 2a, 2b, 2c, 2d, 2e o 2f?
Como vemos, dependiendo de cómo nos planteen la situación, el hecho de salvar 629 vidas puede llegar a ser “justificado”. Al igual que en la Alemania Nazi pudo llegar a estar justificado todo el horror y torturas cometidas por el fascismo o como sucedió en la Rusia comunista o en cualquier guerra civil.
La crisis migratoria sigue cobrándose vidas (y no solo hablamos de la muerte de las personas migrantes, sino toda la tortura física y psicológica que sufren desde su país de origen a su destino). Pese a lo dramático de la situación, el mundo y el balón sigue girando ante nuestra complicidad.
En la UE, el debate sobre cómo avanzar en busca de una solución conjunta está más anclado que nunca con la llegada de gobiernos populistas y xenófobos como el del primer ministro italiano Giuseppe Conte. Por eso es tan importante la implicación de una ciudadanía activa, pero solo casos excepcionalmente mediáticos como el de Aquarius, nos recuerda nuestra parte de culpa (como sociedad) en toda esta grave crisis humanitaria.
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EL RAZONAMIENTO MOTIVADO
El razonamiento motivado es el resultado de la implicación de nuestras emociones en nuestros razonamientos y decisiones hipotéticamente racionales. Vemos, por tanto, que acciones que consideradas fuera de la moral y de la ética pueden llegar a ser justificadas si se plantean en el marco conceptual adecuado. Por ejemplo: “ellos o nosotros”. Nuestro consejo: si te ves a ti mismo planteándote acciones amorales o que escapan a la dignidad humana pregúntate:
- ¿En qué marco conceptual me están o me estoy situando?
- ¿Este marco conceptual “pervierte o condiciona” mi moral o mi ética?
- ¿Existe otro marco conceptual donde puedo establecer este debate de forma justa y coherente a mi moral y mi ética?
Nuestro cerebro está infectado por lo que los psicólogos denominan razonamiento motivado, es decir, que dirigimos inconscientemente nuestro argumento hacia una conclusión favorita en lugar de seguirlo hasta donde nos lleve.Lo que los científicos llaman “razonamiento motivado”, responde, en resumen, a nuestra tendencia a ver como aliadas a ciertas informaciones o ideas. Queremos que ganen, queremos defenderlas. Y las que contradicen esa opinión son el enemigo y queremos vencerlas. Nos lo tomamos como algo personal. Cuando la gente se aferra a creencias falsas, a pesar de la abrumadora evidencia, se produce este fenómeno porque no sienten que estés atacando su idea, sino a ellos mismos.[/vc_message]
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DESDE LA VANALIDAD DEL MAL…
En su libro Eichmann en Jerusalén, Hannah Arendt expuso su concepto de banalidad del mal: un funcionario nazi mediocre como Adolf Eichmann fue capaz de poner en práctica asesinatos en masa, no por crueldad, sino simplemente porque actuaba dentro de las reglas del sistema al que pertenecía sin reflexionar sobre sus actos. Cegados por los postulados de una ideología dominante, el neoliberalismo, y diluida su responsabilidad individual ante la colectiva, legitima el hecho de que algunos de sus líderes —o ellos, o sus familiares o sus amigos— se enriquezcan a cambio del horror al que sometían al pueblo judío.
¿Podría regresar un fascismo similar a Europa? En el 2008 se estrenó la película alemana Die Welle, dirigida por Dennis Gansel, se ubica en una escuela alemana donde se invita a los profesores a dictar diversas clases sobre política: al maestro Rainer Wegner le toca hablar sobre la autocracia. Decide realizar un experimento con los alumnos inscritos: convertir al aula misma en una dictadura en la que él, por decisión unánime, se consagra como máxima autoridad y líder del grupo. No os vamos a desvelar lo que sucede, pero todos deberíamos verla y debatir sobre ello.
[/vc_column_text][vc_single_image image=”18579″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]
AL GRAN SUEÑO AMERICANO…
Pero también nos recuerda a los principios del “sueño americano” en el que no se ofrece un mundo de justicia social, sino la promesa de que cualquiera puede estar en la parte alta de esa pirámide de desigualdades. Me recuerda al libro Cómo hacerse rico de Donald Trump y los miles de libros escritos en esa misma línea y que ofrecen como clave del éxito, el poder transformar en esclavos a otros.
El gran sueño americano se ha globalizado y toda la clase media mundial parece tener clara su aspiración: con mucho trabajo conseguiré escalar en esta pirámide de desigualdad social. Y también parecen tener claro cuales son “los enemigos” en esta lucha legítima por ascender socialmente: los otros pobres que también aspiran a lo mismo o, como en el caso del Aquarius, incluso seres humanos inocentes que simplemente buscan sobrevivir y a los que se les niega una vida digna.
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[vc_message message_box_color=”alert-success” icon_fontawesome=”fa fa-quote-left”]
PERO RECUERDA:
“Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto de libertad, hay oportunidades para cambiar las cosas, existe la posibilidad de que contribuyas a hacer un mundo mejor. La elección es tuya”.
“If you assume that there’s no hope, you guarantee there will be no hope. If you assume that there is an instinct for freedom, there are opportunities to change things, there’s a chance you may contribute to making a better world. The choice is yours.”
Noam Chomsky
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Amor Vincit Omnia es un proyecto sobre narrativas que empoderan con el que rescatamos los conceptos de resonancia límbica, neuronas espejos y empatía como conector social esencial para alcanzar la libertad, justicia social y otros derechos humanos esenciales.
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Leonardo says
Hay un error en el artículo cuando dice: “el logaritmo que gestiona …”, lo correcto es “el algoritmo que gestiona”. Logaritmo y algoritmo no es lo mismo.