Esta página corresponde a uno de los temas publicados en la primera edición de un curso online de Consumo Colaborativo. En él hablaremos del cambio cultural y económico, de los hábitos de consumo marcados por la migración de un escenario de consumismo individualizado hacia nuevos modelos de intercambio y uso compartido.
Para realizar TU propio huerto urbano
queremos compartir con vosotros este Manual:
Tomates, lechugas y pimientos frescos en pleno asfalto. Los huertos urbanos se presentan en como una propuesta de alimentación sana y una eficaz terapia ocupacional. ¿Condiciones? Cultivar sin ánimo de lucro y de forma 100% ecológica.
Sevilla es pionera en España en la aparición de huertos urbanos desde la puesta en funcionamiento de los Huertos del Parque de Miraflores en el año 1991, por la asociación Comité Pro-Parque Miraflores.
Tras ellos, se han puesto en marcha otros huertos en ciudades españolas, como Barcelona, en la que aparecen en 1997, Madrid, Santander, Valladolid, Albacete…, pero la antigüedad de los Huertos Urbanos de Sevilla y su singularidad, revelan un creciente interés de la sociedad hacia los mismos.
Nos introducimos en uno de los seis parques de la capital de Andalucía donde el olor a verdura y el sonido de los tubos de escape comparten espacio.
Además de ser una buena manera de promocionar un entorno más sostenible, estos huertos urbanos cumplen una función social. “La inactividad, una vez que se deja de trabajar, es muy peligrosa y el preocuparme de cómo van mis verduras mantiene mi cerebro activo”, dice Paco Gameso, jubilado sevillano de 68 años. Él, como tantos otros, ha decidido emplear su tiempo libre manchándose las manos de tierra. Ese es precisamente uno de los pilares de esta iniciativa: un método efectivo que conjuga sensibilización ecológica y nuevas formas de entretenimiento para ciudadanos. Todo ello bajo el telón de fondo de valores como el civismo, la cooperación ciudadana o la participación.
Ganándole terreno a la ciudad
La industrialización masiva no dejaba espacio para las zonas verdes, y los huertos urbanos fueron una respuesta ante el acoso del ladrillo. Tal y como explica Manuel Lara, presidente de la Asociación Comité Pro-parque Educativo Miraflores:
“Los núcleos urbanos se extendieron sin planificación alguna destrozando zonas agrícolas y, gracias a la perseverancia ciudadana, se respetaron estas 165 parcelas de 150 metros cuadrados”.
Gracias a ese espíritu de conservación, hoy quedan muchos espacios de estas características repartidos por toda Andalucía. Estos huertos de ocio, generalmente de propiedad municipal, se ceden o se alquilan por una cantidad simbólica durante un tiempo determinado. En el caso de Miraflores, se trata de una tasa de “7 euros anuales y absolutamente voluntaria para aquellos que hacen uso de las instalaciones”, explica uno de los técnicos municipales encargados de la gestión. “Es una forma voluntaria de recordar que son arrendatarios del lugar y no propietarios”. Como condiciones, se exige a los usuarios del terreno que trabajen su tierra con productos totalmente ecológicos y que no vendan la cosecha, destinada íntegramente al autoconsumo.
Los huertos urbanos tratan de ganar terreno a la ciudad, que con el desarrollo industrial acabó con las explotaciones agrícolas | El huerto urbano de Miraflores nació en 1989
En todos ellos se utiliza la agricultura ecológica como recurso educativo en el contexto urbano de barrios densamente poblados. La agricultura ecológica se presenta actualmente como una alternativa de vida y no solo como una teoría agronómica. Así no solo se decide practicar agricultura ecológica en los huertos por motivos de salvaguarda del medio ambiente, sino que socialmente es una experiencia cada vez más reconocida y apoyada y supone una mayor implicación de los distintos colectivos en la mejora de la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.
Los objetivos que se marcan en general desde los diferentes huertos son los siguientes:
- Promover la recuperación de las señas de identidad histórico-agrícolas.
- Desarrollar una experiencia de agricultura ecológica, favoreciendo la adquisición de conocimientos, valores y técnicas para la producción de alimentos de calidad natural.
- Fomentar una actitud de valoración y respeto por el medio ambiente a través de la educación no formal.
- Fomentar la utilización óptima de los recursos locales y naturales.
- Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos-hortelanos.
- Motivar la integración entre las distintas generaciones y colectivos sociales.
- Mejorar la salud de los ciudadanos a través del ejercicio físico y la alimentación sana.
Oportunidad amenazada
El parque tampoco se libra de los problemas. Al ser un parque público, el acceso no está restringido a nadie y ya han sufrido episodios de vandalismo y robos. Hay quien, como José Peinado, reclaman una mayor atención del ayuntamiento, que debería reforzar la seguridad en el recinto, según denuncia. Para el ayuntamiento de Sevilla, sin embargo, estos problemas son algo esporádico ya que, de 165 parcelas, solo tres han sufrido este tipo de actos. Además de estos problemas cotidianos, muchos huertos tienen que lidiar con problemas de financiación que amenazan con ahogar los cultivos.
Sin embargo, la mayor amenaza es, como en muchas otras ciudades españolas (y europeas), un proceso de privatización, que pretende eliminar uno de los mejores ejemplos de organización vecinal, unos colectivos que han defendido los espacios verdes en la ciudad, han mostrado siempre una actitud crítica ante los Gobiernos municipales y han conseguido para la ciudadanía los Parques de Miraflores, San Jerónimo, Tamarguillo y Huerta del Rey Moro, espacios que son pulmones verdes para dichas zonas.
Además, el Ayuntamiento pretende apropiarse de los Proyectos de Huertos para colocar a empresas y entidades afines que nada tienen que ver con los mismos. La intención es utilizar los huertos con fines electoralistas y partidistas, haciendo en el futuro, entrega de las parcelas de forma arbitraria. Los Huertos pertenecen a los ciudadanos, no al Ayuntamiento. No se deben vender.
En definitiva, los Huertos Vecinales y Escolares dinamizan actualmente a unos cinco mil escolares y más de mil familias, así como a decenas de asociaciones, con las que se colabora, de discapacitados, juveniles, etc. Se realizan cursos y talleres medioambientales para la población en general. La mayoría de estos espacios hortícolas están situados en suelos conquistados por los vecinos a la especulación urbanística y ganados para la causa medioambiental. Muchos de estos espacios, antes escombreras, se conviertan ahora en hermosos parques para el disfrute general.
Una tendencia en auge: huertos urbanos y huertos en casa
Los huertos urbanos de Sevilla son sólo un ejemplo más. Los huertos urbanos se asientan en la ciudad y los políticos van tomando conciencia de su importancia. En Madrid se acaba de inaugurar un nuevo espacio de más de seis mil metros cuadrados y otra gran ciudad como Barcelona vive una fiebre por la agricultura más cosmopolita. El tiempo lo va dejando cada vez más claro: cultivar en la ciudad ha dejado de ser una utopía.
Este artículo es parte de la serie de reportajes Green Europe on the ground, que ya ha pasado por ciudades como Roma, Berlín o Bruselas buscando su lado más sostenible.
COMPARTE TU OPINIÓN
¿Sabes si existen huertos urbanos en tu ciudad?
cira novara says
Siempre tuvimos en mi casa una mezcla de jardin y huerto y es una bella y sana experiencia que ahora la esta retomando mi hijo.