La expresión “Piensa globalmente, actúa localmente, tan de moda hace unos años ha pasado a un segundo lugar en los mantras del activismo social. Era una expresión que invitaba a la población a tener en cuenta la salud del planeta en su conjunto realizando acciones pequeñas en sus propias comunidades.
Mucho antes de que las leyes ambientales aparecieran, ya existían muchos individuos unidos para proteger el entorno en el que habitaban. Estos pequeños esfuerzos se conocen como esfuerzos de base o de raíz y suelen ocurrir a nivel local y de forma voluntaria. ¿Para salvar el planeta? No, para salvarnos a nosotros mismos. Para ser más felices en nuestros día a día siendo coherentes con nuestras ideas, empáticos con lo que nos rodea y orgullosos de la realidad que estamos construyendo.
Os dejamos tres videos que nos invitan a la reflexión sobre qué es nuestra vida y qué queremos hacer con ella.
RECUERDA:
Para ayudar al planeta, primero hay que amar la vida.
Y una recomendación para la selección de películas que podemos ver este fin de semana. Es una adaptación del Bestseller de Tiziano Terzani: EL FIN ES EL PRINCIPIO.
Cuando un padre va acercarse el final de su vida, decide reunirse con su hijo para mantener con él unas valiosas conversaciones sobre la vida que ha llevado. Tal como refleja el libro, esta película es el testamento espiritual de un hombre extraordinario que reflexiona sobre las grandes preguntas de la vida.
Información ampliada para alumnos del curso:
0901 COMUNICACIÓN Y DISEÑO SOCIAL PARA ONGS
5.2 VIDEOS CREATIVOS CON POCOS RECURSOS
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Para conseguir cambios a gran escala se necesitan cambios pequeños. No podemos pretender cambiar el mundo sin primero cambiar en entorno que nos rodea. Y aún más, para cambiar algo en la sociedad hace falta primero un cambio de pensamiento y éste debe ser sin duda, un cambio colectivo.
¿Cómo pretendemos que cambien nuestros políticos si en realidad nosotros en su lugar probablemente haríamos lo mismo? Hace falta un cambio de mentalidad primero, que se transforme en un cambio a nivel local y así hasta llegar a la sociedad en general.
Las ONGs tienen muy claro este mensaje. Trabajo en una organización muy pequeña en Belfast que manda herramientas y máquinas de coser a África. Un proyecto que no cambia el mundo, pero que sin duda sí cambia el mundo de las personas que reciben nuestra ayuda.
Si os interesa el proyecto: http://www.toolsforsolidarity.com/
Tengo un amigo arquitecto, especializado en urbanismo sostenible, con el que me pasé noches enteras desarrollando proyectos a gran escala, observando y analizando territorios, ciudades y explotaciones agrarias de todo el mundo a través del Google Earth, apuntando datos, tomando pequeñas notas…
Un día nos decidimos por entrar en la asociación de vecinos de nuestro barrio. Se acababan las ensoñaciones. Comenzaban los proyectos de verdad. A pequeña escala. Pero con resultados. Pasos pequeños, pero en una dirección, sobre un camino.
He ahí mi ‘piensa globalmente, actúa localmente’.