El mundo actual es un mundo de productos que van desde lo funcional a lo totémico. Muchos productos que vemos en el mercado no sólo tienen una función práctica sino también un valor agregado, que normalmente atribuye el marketing utilizado por la marca.
La gran mayoría de estos artículos responden al modelo de consumo capitalista, constante generador y abastecedor de necesidades de consumo. El principal fin de la producción de objetos es hacer crecer el capital de la industria y las marcas sobre todas las cosas, sin importar si se atenta contra el medio ambiente, si se explota a los trabajadores, si se desplaza a pequeños productores y a la economía local, y sin importar, incluso, la calidad de los mismos productos. No lo tienen en cuenta los productores pero tampoco, y en esto tenemos gran parte de la culpa, lo tenemos en cuenta los compradores.
Víctor Papanek ya planteó en 1971 en su libro Diseñar para un mundo real: “hay profesiones que son más dañinas que el diseño industrial, pero muy pocas”