La Navidad está a la vuelta de la esquina y los anuncios de juguetes para los más pequeños ‘bombardean’ la televisión, escaparates y buzones. Todos repiten el esquema: Niñas con muñecas y niños con coches. Tonos rosas para ellas y azules para ellos.
Marcas como “LEGO”, tradicionalmente creadoras de juegos “unisex” donde niños y niñas desarrollaban con libertad su creatividad han pasado a ser juegos “sexistas” donde las niñas tienen sus propios juegos diferenciados. Ahora son niñas “amigas” exclusivamente de otras niñas y con ciertos roles/color/estética muy marcados.
Lo que está claro es que por mucho que digan que el sexismo es natural, que las niñas van a las muñecas y que prefieren los modelos más feminizados, detrás de todo hay mucho marketing y mucho interés económico, promoviéndose, a través de la televisión, los anuncios, los juguetes, etc, una socialización primaria a toda la infancia que está muy segregada en función del sexo, y muy sexualizada para las niñas.
CONSEJOS PARA COMPRAR TUS REGALOS:
– El juego es libre y espontáneo. No hay juguetes de niñas o niños. Evitemos que se transmita esta idea.
– No hay colores de niños o niñas. Intentemos elegir juguetes que reflejen la diversidad de cada persona.
– Escojamos los juguetes teniendo en cuenta que sean seguros, acordes con la edad y libre de prejuicios sexistas.
– Elijamos juguetes que reúnan a niños y niñas cooperando y compartiendo espacios tanto públicos como domésticos
– Regalemos juguetes que promuevan todas las capacidades y habilidades de niñas y niños, tanto juegos tranquilos como los que requieran actividad física.
– Busquemos juegos y juguetes que potencien la igualdad en la participación y el desarrollo de sentimientos y afectos, sin diferenciación, en niños y niñas
– Evitemos juguetes, juegos y videojuegos violentos. Eduquemos para resolver problemas de forma positiva, constructiva y creativa.
Las princesas Disney historicamente han sido personajes que reproducían todo tipo de estereotipos sexistas. Parecía que en con Brave (Indomable), podía empezar a cambiar esta peligrosa línea. En varios sentidos, Mérida, la protagonista de Brave estaba pensada para romper moldes, al menos en el codificadísimo universo de la animación Disney. Lamentablemente, parece que tan sólo ha sido una falsa alarma.
Para empezar, se trataba de la primera película de Pixar con protagonista femenina que, además, negaba determinados estereotipos de género y los tradicionalmente asociados a su tipo de personaje; aunque es una princesa (por aquello de ser hija de una pareja de reyes), Mérida se rebela contra todo apunte de desamparo y, en vez de pasar el rato probándose vestidos y buscando marido, prefiere perseguir fuegos fatuos por el bosque y disparar flechas con su arco. Además de todo esto, por primera vez en su historia, Disney hace una película en la que se refleja la relación madre e hija, además de colocar a dos mujeres como protagonistas principales.
Algo que no parece casar muy bien con la imagen de las Princesas Disney, línea en la que integra todo su merchandising dirigido a las niñas (muñecas, principalmente). Quienes han visto la película de Pixar podrán comprobar con estupefacción que la Mérida del filme ha recibido ciertas modificaciones antes de ser digna de compartir espacio con Cenicienta, Blancanieves, Ariel o Yasmine.
Como si hubiera pasado por el quirófano, de repente Mérida se ha homogeneizado físicamente con el estereotipo de chica Disney actual e incluso lleva uno de los vestidos ceñidos contra los que se rebela en la película porque no le permiten manejar bien el arco. A la mayor voluminosidad y brillo de su melena pelirroja se añade el trabajo de sexualización que se ha ejercido sobre su cuerpo, haciéndolo más adulto y estilizado.
Brenda Chapman, la creadora del personaje, afirma que “es atroz lo que le han hecho a Mérida”. Dirigiéndose a su periódico local, Martin Independent Journal, ha escrito:
“Mérida se creó para romper ese molde. Para dar a las niñas un modelo mejor, más fuerte y más realista, con sustancia y no sólo una cara bonita que se sienta a la espera de un romance”.
No se trata del primer problema entre Chapman y Disney, pues la cineasta ya fue despedida durante la producción del filme y reemplazada por Mark Andrews, motivo por el que aparece acreditada como co-directora.
Los fans de Brave (Indomable) tampoco se han hecho esperar y han organizado una petición online que ya ha conseguido más de 136.000 firmas pidiéndole a Disney que dé marcha atrás. En respuesta al revuelo causado, la compañía ha declarado de manera oficial que
“Mérida ejemplifica lo que significa ser una Princesa Disney a través de su valentía, pasión y seguridad en sí misma. Es la misma Mérida fuerte y determinada de la película, cuyas cualidades interiores han inspirado a madres e hijas de todo el mundo”.
Lo cual se esfuerza por no tocar el tema del aspecto exterior (que es lo que ha cambiado y lo que se discute) en ningún momento. ¿Tendrán éxito las quejas de los fans y Mérida volverá a ser tal y como la conocimos y fue creada… o permanecerá indistinguible de cualquier otra muñeca pseudo-Barbie?
¿Tú cuál de las dos prefieres: la nueva (izquierda) o la original (derecha)?
xD says
aaaaaaarrrrrrbooooll