
En el número 12 de la revista Gràffica nos propusieron hablar de nuestra vía profesional: trabajar sin clientes o encargos previos. Una guía imprescindible para saber cómo puedes llevar a cabo tu propio proyecto, hacerlo rentable y vivir de él. En esta edición, reúnen a proyectos que ponen el foco en el creador, en cómo uno mismo puede crear y generar su propio trabajo. ¿Qué nichos profesionales podemos explorar trabajando sin clientes? ¿Qué hay que tener en cuenta para comenzar un proyecto? ¿Cómo podemos conseguir financiación? ¿Qué oportunidades, retos y riesgos nos presenta esta opción profesional? Os dejamos un breve extracto del artículo completo que puedes leer en la versión impresa de Gràffica nº12.
Diseño Social: En busca de Identidad Propia
Paralelo al auge del diseño sostenible, otros términos como el diseño social se han convertido en un referente esencial para prácticas creativas que generan soluciones positivas de cambio social. Pero antes de adentrarnos en su definición, despejemos uno de los grandes mitos: no es el diseño destinado a los que no pueden pagar por otra clase de diseño. No es el premio de consolación ni para el usuario ni para el profesional. El diseño social es la apuesta donde todos ganan.
Mi personal búsqueda profesional comenzó a través de unas palabras sencillas escritas en un cómic de superhéroes: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Y quizás no lancemos telarañas o podamos sobrevolar edificios pero como profesionales del diseño, tenemos el poder y por tanto la responsabilidad, de ayudar a diseñar un mundo mejor.
Empezamos a analizar la situación en la que se encontraban estas organizaciones y nos dimos cuenta que los diseñadores llevábamos años aplicando en ellas, las misma fórmulas que nos habían enseñado en las escuelas de diseño pero destinadas a la creación de productos de consumo. En este artículo no podemos extendernos para poder explicaros porqué esto supone una pésima idea pero para los que queráis profundizar en los detalles de este error, os recomendamos la lectura de “Finding Frames: New ways to engage the UK public in global poverty”.
Nuestras conclusiones iniciales fueron muy similares a las planteadas en este informe. Y por si aún tienes dudas sobre a qué nos referimos, para ayudarte a entender este necesario ejercicio de autocrítica te recomendamos la página online de los Rusty Radiator Award, los premios anuales a las peores campañas humanitarias. Unos premios divertidos, indignantes y muy necesarios.
En nuestra propia formación reglada, universitaria, de postgrado… se encontraba la base de muchos de los problemas ya que carecían de una metodología propia adaptada a los nuevos movimientos e inquietudes sociales. Queríamos ayudar a las ONG aplicando soluciones de comunicación cuyo objetivo era perpetuar precisamente ese modelo económico, social y ético contra el que pretendíamos luchar. Como muchas otras agencias de comunicación, descubrimos que nos estábamos equivocando al no generar una metodología que ofreciese a nuestros clientes una alternativa de servicios profesionales. Decidimos entonces comenzar desde cero. Crear grupos de investigación y colaboración con distintas entidades para crear procesos de innovación social y creatividad aplicada.
El término “diseño social” corre el mismo riesgo que el término “paz”. Cuando intentamos buscar la mejor definición para “paz” nos suele venir a la mente la respuesta “ausencia de guerra”, pero la paz merece ser descrita por atributos propios, como por ejemplo, la presencia de justicia social. De igual modo, “diseño social” debe ser un término que construyamos desde su propia realidad y no en contraposición al diseño orientado a fines comerciales.
El concepto diseño social se utiliza indistintamente entre diferentes disciplinas; algunos lo utilizan como el diseño de un mundo mejor y más sostenible y otros se refieren al proceso basado en una metodología de diseño participativa o social. En Diseño Social EN+, realizamos una labor muy concreta: desarrollamos metodologías para empoderar a las asociaciones o los emprendedores formándoles para que puedan usar en su día a día, conceptos esenciales de diseño y de pensamiento de diseño.
¿Cómo es la profesión del diseñador social? Si has leído el decálogo ético para la práctica del diseño creado por La Red Española de Asociaciones de Diseño, puede sonarte utópica la idea de empezar a crear diseños responsables, sostenibles y la vez, funcionales. Pero más utópico sería seguir ignorando que estamos formando parte del problema en lugar de formando parte de la solución. El momento de apostar por el diseño social es ahora y muchas asociaciones, emprendedores y consumidores así lo reclaman. ¿Estamos los diseñadores preparados para afrontar el reto?
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